El pasado jueves 17 de marzo dio comienzo el V Ciclo de Conferencias de Jóvenes Historiadores/as organizado por la Asociación Ubi Sunt? en colaboración con la Delegación de Juventud del Ayuntamiento de Cádiz y el Vicerrectorado de Responsabilidad Social, Extensión Cultural y Servicios de la Universidad de Cádiz. En la presentación del ciclo, estuvieron presentes, como representante del Área de Juventud del Ayuntamiento de Cadiz, la Concejala de Educación, Juventud y Deporte, María Romay; como representante del Vicerrectorado de Responsabilidad Social, Extensión Cultural y Servicios de la Universidad de Cádiz, el Director General de Extensión Cultural y Servicio de Publicaciones, José Marchena; y como representante de Ubi Sunt?, uno de los coordinadores del Ciclo, Santiago Moreno.
La Conferencia que se encargó de inaugurar el ciclo estuvo a cargo de Antonio Barrena Tocino, teniendo por título: «La ciencia prehistórica como legitimación del colonialismo». Antonio Barrena es un joven investigador, actualmente contratado en formación pre-doctoral por la Universidad de Cádiz. Su trayectoria de investigación en el seno del Grupo PAI HUM-440, y bajo la dirección del Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cádiz José Ramos Muñoz, ha desembocado en la realización, en curso, de una Tesis Doctoral acerca de la tecnología lítica de grupos cazadores-recolectores del paleolítico medio del Abrigo de Benzú, yacimiento ubicado en la Ciudad Autónoma de Ceuta. No obstante, la conferencia no versó sobre el contenido de su Tesis Doctoral, sino que se centró en transmitir un análisis político y social de la disciplina: rastrear los orígenes y la relación de la ciencia prehistórica en la práctica colonial europea.
La intervención comenzó poniendo en alerta sobre lo perverso que es separar la historia en “PRE-historia” e “historia”, ya que esto ha ido de la mano de la idea de que la verdadera historia comienza cuando aparecen los grandes estados y “civilizaciones”, y su escritura. Debemos entender esta separación como instrumental para el trabajo de las historiadoras e historiadores, pero no cómo reflejo de algún cambio fundamental en la naturaleza de los grupos humanos prehistóricos….o actuales. Y aquí está el quid de la cuestión: las sociedades “prehistóricas” – sin escritura- han seguido existiendo a lo largo de los milenios hasta la actualidad, y han sido estos grupos humanos, fundamentalmente tribales, los que han sufrido el avance del capitalismo en ese hecho que venimos en llamar colonización y que se perpetúa con la neo-colonización. Por lo tanto, lo que Antonio Barrena defiende, es que se ha generado a lo largo de la historia de la disciplina, desde su surgimiento en los años 60 del siglo XIX, toda una teoría que sitúa a las sociedades no capitalistas como atrasadas en la línea del “progreso”. Esto lo vemos con esquemas clásicos de la antropología -salvajismo, barbarie, civilización- que la prehistoria asumió; o de la propia disciplina histórica -prehistoria vs historia-. Estas teorías tendrían su vinculación política con los intereses coloniales europeos y la necesidad de crear un discurso histórico para legitimar estas prácticas, ya que es más fácil conquistar, masacrar y dominar a pueblos que se consideran científicamente inferiores y necesitados de una buena dosis de civilización. Quizás el ejemplo más crudo de esto fueron los zoológicos humanos o exposiciones etnográficas con las que el conferenciante ilustró esta realidad. La ponencia terminó con un alegato hacia una disciplina pre(histórica) en la que primasen otros valores y se acabase con las visiones del progreso de la historia, para entender a los grupos humanos en su contexto y con sus características, incluida la nuestra, la sociedad occidental, que ha mostrado más síntomas de barbarie y salvajismo que todos los grupos tribales prehistóricos juntos.
Sergio Almisas Cruz
Ubi Sunt? 
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